El modo de entender la gastronomía está cambiando y una prueba de ello es el auge que está viviendo el envío de comida a domicilio. Esta costumbre se ha convertido en un nuevo nicho de mercado y una opción de negocio para muchos restaurantes que no quieren desperdiciar la posibilidad de acercar su estilo de cocina a cualquier hogar de la ciudad.
Estudios recientes sobre el sector de la restauración a domicilio aseguran que esta práctica va en aumento ya que el público al que va destinado cada vez es más variado. Aunque, sin duda alguna, el core target es el público joven, cosmopolita y con un poder adquisitivo medio que con sus pedidos hizo que durante el 2017 este sector aportara un valor económico de 2.400 millones de euros solo en España y se estima que más de 21.000 millones en todo el mundo.
Tanto si es en formato delivery, de entrega a domicilio, o si se encarga para ir a recoger en el establecimiento, el hábito de pedir “comida para llevar” ha cambiado mucho en los últimos años. Hoy en día disponemos de una gran oferta preparada para ser servida y degustada en casa. Así que probar los mejores bocados del mundo en forma de pizza napolitana, sushi japonés, curry indio o batidos y ensaladas verdes es posible en un elegante formato take away.
Esta práctica se ha convertido en toda una experiencia gastronómica. Estará de acuerdo con nosotros en que la comida, antes de ser degustada, entra por los ojos… por eso es tan importante tener un buen envoltorio. Por ejemplo, ¿Se imagina una deliciosa ensalada en un recipiente Feel Green o ¿Un rico surtido de emparedados argentinos en una caja de diseño o en formato degustación? Aunque lo que más apetece es cenar comida asiática, y así se demuestra en los estudios realizados en que el 46% de los pedidos el último año fueron surtidos de sushi servidos en cajas como estas o unos deliciosos noodles en un envase apto para calentar en el microondas.
Los restaurantes que quieren hacer más accesible su comida se enfrentan a una serie de normas a cumplir: proteger, mantener el frío o el calor y cumplir con las medidas sanitarias e higiénicas reglamentarias para que el alimento mantenga todas sus propiedades. Y el packaging, aparte de su misión diferenciadora, también tiene que asegurar el cumplimiento de estos aspectos, como certifica García de Pou.
Además, García de Pou puede suministrar estos productos personalizados con la imagen del restaurante o cadena de fast food, creando un impacto de marca provechoso. El packaging personalizado ayuda a diferenciarse de la competencia y además ofrece distinción y elegancia.
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Con todas estas facilidades solo quedará elegir: ¿Qué le apetece para cenar?
Fuentes:
El País: https://elpais.com/economia/2017/12/01/actualidad/1512125659_853869.html
Mab hostelero – núm. 226 – Octubre 2018
