Confinamiento de papel

Confinamiento. Una de las palabras del año 2020 junto con «epidemia» y «coronavirus». Y confinamiento es, entre otras cosas, sinónimo de ver series y, como no se puede salir más allá del balcón o del jardín en el mejor de los casos, para ir a un restaurante solo nos queda encargar comida a domicilio. Y también hacer deporte, claro, aunque los hay que en vez de hacer maratones por el pasillo los hacen, como decíamos, de series.

Los maratones de series y el crecimiento en la demanda de comida a domicilio se parecen más de lo que pueda parecer. Y no por el hecho de que sea muy cómodo encargar comida para ver una serie, sino porque hablamos de dos sectores que han tenido que adaptarse a unos determinados cambios en los hábitos de consumo.

Si hay una serie que pueda presumir de ser objeto indiscutible de un maratón en su visionado es «La casa de papel» en Netflix que, paradójicamente, a pesar de basarse en robos y secuestros con rehenes también tiene, en el fondo, mucho de confinamiento sea en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre o en el Banco de España. Y si hay una empresa que pueda presumir de haber colocado sus productos en «La casa de papel» esa es García de Pou. Y no es la primera vez que nuestros productos salen en «La casa de papel». García de Pou aparece en la primera temporada con una bolsa de papel kraft natural «Feel Green» en primer plano y también en la cuarta con una de nuestras barquillas de cartón.

Una de nuestras barquillas de cartón en la temporada 4 de «La casa de papel».

Si el equipo de guionistas de «La casa de papel», como tantos otros de tantas series, ha tenido que adaptarse cambiando las estructuras narrativas por el fenómeno de los maratones de series, el sector de comida para llevar, el llamado «delivery» al que dedicamos esta sección en la web de García de Pou, también ha tenido que reaccionar y adaptarse rápidamente.

El cierre de bares y restaurantes por culpa de la pandemia del coronavirus ha dejado fuera de juego a miles de negocios de restauración, excepto aquellos que ya ofrecían comida para llevar o bien aquellos que de repente han visto como esta era la única línea de negocio para sobrevivir en esta época tan dura para el sector. Y dentro de esta reinvención debemos tener en cuenta varios aspectos. De cara a nuestra logística interna nos puede ser útil limitar el número de platos que ofrecemos. Hacerlo fácil, simplificar. Son días de logística complicada. Hay proveedores que tampoco están al 100%. Quizás tampoco tenemos en plantilla a repartidores pero podemos establecer alianzas con sectores afectados como el de los taxis que también ha visto reducida su actividad. O podemos colaborar con establecimientos de alimentación que sí están abiertos al público y pueden vender nuestros platos.

Los envases de cartón son ideales para transportar todo tipo de comida para llevar.

Y para hacerlo posible es crucial disponer de envases de robustez probada, que nos aseguren tanto la seguridad en el transporte y en la higiene, como el mantenimiento y resistencia de la temperatura. Dentro del catálogo de García de Pou hay, por ejemplo, cuencos de nuestra marca Feel Green como el Bionic Bowl, hecho a partir de bagazo, y el Areca Bowl, de hoja de palma, que son impermeables, biodegradables, compostables y resistentes a altas temperaturas cuando calentamos la comida en el microondas. También se puede optar por envases de cartón como maletas, tarrinas con tapas, envases para noodles, «lunch boxes», cajas americanas, cajas para hamburguesas, para ensaladas, comida oriental

No solo vendemos, también servimos más que nunca. En García de Pou colaboramos durante la epidemia por Covid-19 con una cadena de solidaridad del sector de la restauración para ayudar a los más necesitados. Servir, no en el sentido de poner un plato en la mesa, sino de servir con solidaridad a un mercado de clientes confinados, a profesiones de riesgo como puedan ser los sanitarios, seguramente cansados psicológicamente, muchos de ellos preocupados.

García de Pou colabora con el sector de la restauración para ayudar a los que más lo necesitan.

Los valores deberían estar presentes siempre pero en momentos complicados como los actuales más que nunca. Valores como el de la solidaridad o la sostenibilidad pueden ser, más allá de lo obvio de las ofertas y los descuentos, una muy buena manera de fidelizar a los clientes.

Mucha gente piensa que el mundo cambiará después de esta pandemia. Seguramente. En cualquier caso, no sabemos exactamente cómo será este mundo. Pero desde García de Pou nos aventuramos a asegurar que seguiremos viendo muchas series, que seguiremos pidiendo comida a domicilio o para llevar y que García de Pou estará para serviros.

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