Postres típicos de Navidad y Reyes

¿Sabía que el origen del tronco de Navidad y el roscón de Reyes es tan lejano que poco tiene que ver con Belén, el nacimiento de Jesús y la adoración de los Reyes Magos?

El postre de Navidad más antiguo: el tronco de Navidad

Se ha expandido desde Francia y hace unos años que podemos encontrarlo en las mesas navideñas de toda Europa. ¿Por qué un tronco? El origen de este pastel está en la celebración pagana del solsticio de invierno, con su «fiesta del fuego», en la que las familias precristianas se procuraban un gran tronco para quemar lentamente en sus lares durante los tres días que duraba la fiesta. La combustión del tronco y los ritos que se celebraban a su alrededor pronosticaban mejor o peor suerte en el año venidero. La cristianización, primero, y la industrialización, siglos más tarde, redujeron este rito atávico a un simbólico pastel en forma de tronco que se come en Nochebuena o Navidad.

El origen ancestral del roscón de Reyes

Es un dulce muy típico en España, Portugal, Francia y algunos países latinoamericanos en la festividad de Reyes, el 6 de enero. Se come como desayuno, merienda o postre según las costumbres de cada zona. El pastel se asemeja a una tiara decorada con frutas escarchadas que parecen gemas y va siempre acompañado de una corona. Además lleva dos sorpresas en su relleno: un haba y una figurita. Dice la tradición que quien encuentre la figurita debe ser coronado «rey de la fiesta», y quien encuentre el haba deberá pagar el pastel. El origen de este dulce se remonta al s. II a.C. cuando en el Imperio Romano se celebraban Las Saturnales en homenaje a Saturno, dios de la agricultura y las cosechas. En esas fiestas era costumbre comer unas tortas de miel y frutos secos que llevaban en su interior un haba que simbolizaba prosperidad y fertilidad. A aquél que encontraba el haba en su porción de torta se le auguraba suerte durante el resto del año (Las Saturnales tenían lugar a finales de febrero). Con la cristianización fueron desapareciendo los ritos paganos, entre ellos el homenaje a Saturno. No obstante, aunque despojada de su sentido religioso, se mantuvo la costumbre de comer esta torta con una sorpresa dentro. Fue la aristocracia francesa quién popularizó este postre y le confirió otro significado. Aquél que encontraba el haba era coronado «El Rey del Haba» y se le colmaba de regalos. Al parecer, al joven rey Luis XV le encantaba este juego y le agregó otro elemento: una moneda escondida en el relleno. A partir de ese momento la moneda adquirió más valor simbólico que el haba, convirtiéndose en el premio deseado, mientras que el haba fue relegada a un papel negativo.

Al parecer en el s. XIX se adoptó como tradición comer el roscón de Reyes el día 6 enero con motivo de la Epifanía.

¿Ya tiene sus pasteles navideños preparados? No olvide que la mejor manera de entregarlos a sus clientes es en cajas alargadas con ventana (el tronco) y en cajas cuadradas con o sin ventana (el roscón).

¡Felices postres!

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